Uno de nuestros descubrimientos de este verano en la sierra de Guara, ha sido el Barranco de Formiga, uno de los barrancos más populares que congrega multitud de barranquistas en verano.
A pesar de ésto, si lo tuyo no son las emociones fuertes y prefieres disfrutar del entorno dándote un chapuzón sigue leyendo y descubre nuestras recomendaciones.
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Como llegar y donde aparcar
Para llegar nos desplazamos en coche por la carretera A-1227 en dirección a Panzano. El parking para dejar nuestro vehículo está junto a la carretera desde donde iniciaremos nuestra ruta a pie hasta las pozas.
Localización del parking aquí.
Recorrido hasta las pozas
La ruta comienza desde el propio parking, el cual suele estar bastante concurrido en época estival por lo que os aconsejamos madrugar o acudir preferiblemente entre semana.

Cruzamos el barranco, el cual suele tener un caudal bajo y seguiremos por un sendero paralelamente a éste.

En apenas 15 minutos de fácil recorrido llegaremos a la primera poza, lugar en el que encontraremos a barranquistas descansar.


Desde esta poza tenemos la opción de remontar el barranco a pie por el propio cauce del río hasta una zona donde existe una poza encañonada entre rocas y una cascada.

En este tramo el agua apenas os llegará a las rodillas, y con un buen calzado no tiene dificultad. Si que os aconsejamos que si vais en días de gran afluencia de barranquistas no os molestéis en llegar, ya que no estaréis cómodos con tanto tránsito.
Si vuestra curiosidad no se conforma y acabais caminando hasta allí, encontrareis un lugar realmente bonito.


Desandando sobre nuestros pasos y volviendo a la poza inicial podemos abandonar el lecho del río y ascender ligeramente hasta la cueva de las polvorosas, antiguamente utilizada como abrigo del ganado.

Desde este punto disfrutareis de unas vistas inmejorables e incluso avistareis aves revoloteando sobre vuestras cabezas.